16 sept 2013

Mi primer CAL: chal Eva

El resultado de reunirse todos los miércoles con otras tejedoras es que se amplían los horizontes: vas viendo los patrones que tejen las demás, aprendes nuevos puntos... y te metes en embolados que no sospechabas. Vivía sin saber qué era un CAL (acrónimo de Crochet Along) y de repente me vi involucrada en seis o siete a la vez, con millones de cosas empezadas y ninguna terminada.

Para quien no lo sepa (como no lo sabía yo hace seis meses), un CAL es un proyecto de ganchillo que se escoge para que todo el grupo lo teja a la vez. Es una buena forma de resolver cualquier duda que surja con el patrón y comprobar la versatilidad del diseño, porque el resultado varía mucho según el tipo de fibra y el color que elija cada una.

El primer CAL que he conseguido terminar ha sido uno organizado por La Maison Bisoux en su grupo de Ravelry. El patrón elegido era el chal Eva de Milobo, cuyo patrón en castellano encontraréis aquí, en pdf. El patrón es muy claro y está ilustrado con fotos, pero las chicas de la Maison se curraron el gráfico del chal para aquellas que prefieran seguir un diagrama en lugar de leer.

Yo tenía un ovillo de algodón de color morado que compré en los chinos cuando empecé a tejer, del número 5. No me daba para un chal completo y no encontraba hilo del mismo grosor con ese color, así que opté por hacerlo en distintos tonos. Usé la aguja del cuatro y el resultado fue el siguiente:


A mi madre le gustó el chal, así que volví al chino a comprar más algodón del 5. La cuestión es que dos de los ovillos eran de tintadas diferentes y se nota tanto el cambio de color que parece que el chal tiene cuatro franjas, cuando debieran de ser tres. Éste es el resultado:


A diferencia del Tranquility, este chal no es triangular, sino que es medio octógono, de modo que el borde superior no queda recto, sino que forma un ángulo que facilita mucho el cubrirse los hombros con él. Además, con el mismo ancho (de mano a mano con los brazos extendidos), cubre mucho más que un chal triangular: me tapa hasta por debajo del codo. Ha sido un proyecto muy, muy fácil, porque tan sólo hay punto alto y cadenetas, sin que sea precisa mucha álgebra para contar los puntos, y que además crecía con mucha rapidez. ¡Tanto me gustó que ya véis, tejí dos!

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