3 nov 2018

La sirena Blanca (aunque la mía es azul)

He adoptado una cachorrita de cuatro meses que aún no controla el pipí y me paso la vida en el parque para que juegue y persiguiéndola fregona en mano por la casa. Sumemos la lista interminable de lecturas, las clases de guitarra (se me da fatal) y otros menesteres y sabréis por qué no estoy tejiendo nada... Sin embargo, el festivo del 1 de noviembre ha supuesto un respiro y me he lanzado a tejer la sirena cuyo patrón podéis encontrar aquí. He usado lanas Beatriz, de Lanas Urbano, y una aguja de 3,5 mm. Como el patrón está en castellano, sólo tengo que añadir que el adorno celeste de la cintura es de mi cosecha: a la hora de cambiar el color, hice esa vuelta por la hebra de atrás. Cuando la cola ya estaba terminada, cogí la lana celeste y tejí una vuelta de punto bajo en la hebra de delante (la que quedó cuando hice el cambio de color). Esa vuelta tiene cuarenta y dos puntos y la inicié más o menos en el centro de la siguiente manera: dos puntos deslizados (slip stitch), dos puntos bajos (single stitch), dos medios puntos (half double crochet), tres puntos altos (double crochet), tres puntos altos dobles (treble crochet), tres puntos altos, dos medios puntos, dos puntos bajos, dos puntos deslizados y se repite esta secuencia de veintiún puntos hasta completar la vuelta. La verdad es que no queda todo lo bonito que yo quería, si hiciera otra intentaría que aún tuviera más caída sobre la cadera.

Aunque confieso que no sé si haré otra: ponerle el pelo ha sido una pesadilla. El tutorial para colocarlo está enlazado en el propio patrón y es sencillo, pero laborioso, me ha consumido mucho tiempo. Y he aquí el resultado:




Por cierto, que se la he regalado a El culo de Mercurio y la va a usar para animar a la gente a visitar el Museo Arqueológico de Sevilla, en un sorteo entre los tuiteros que se hagan selfies (las bases, aquí).

23 jul 2018

Falda Rosalina

Empecé haciendo amigurumi como una posesa, pero poco a poco me he ido aventurando con cosas más grandes (si tenéis curiosidad, muchos de mis proyectos están en Ravelry y podéis acceder pinchando aquí, si es que he puesto bien el enlace) y la última ha sido la falda Rosalina, de Drops Design. El patrón está traducido al castellano y, aunque hay quien se queja un poco de que esos patrones no son todo lo claros que debieran, creo que puede seguirse con bastante facilidad. Confieso que yo he sido un tanto creativa a la hora de finalizar las vueltas cuando se trabajaba girando la labor y bastante fullera al empezar la siguiente vuelta trabajando en redondo, cosa que se nota en la prenda terminada si se mira con detenimiento. También es cierto que he cosido los botones torcidos...



En cuanto al material, he utilizado una aguja de 5 mm, tres madejas y media de Andalucía, de Lanas Urbano (este amarillo es la referencia 141) y un paquete de botones que compré en un chino del que no puedo dar más detalles. Tampoco puedo describir el proceso de ponerle un forro para que no se deforme demasiado con el uso, porque de eso se va a encargar mi madre :P

16 jul 2018

Chal Klaziena

Bueno... Hace cuatro años que no escribo en este blog y, existiendo redes sociales como Twitter (éste es mi perfil) e Instagram (acabo de empezar con él, pero podéis verlo aquí) tampoco sé si tiene mucho sentido que lo retome a estas alturas, pero qué le vamos a hacer: se explaya una mucho más a gusto frente a un teclado que en una aplicación. No me gusta demasiado escribir en el móvil. ¡Se me cuelan muchas más faltas e incoherencias en el teclado predictivo que cuando uso todos mis dedos! Así que creo que ha llegado el momento de retomar el hábito de aburrir a la gente con mis historias.

El patrón se puede descargar de forma gratuita en Ravelry, concretamente aquí, y es cierto que está en inglés, pero abundan los diagramas y por tanto puede tejerse sin necesidad de traducción al castellano. He usado una madeja de Perlé Caricias de color crema, dos de color fucsia y alrededor de media de color morado. Siento no poder dar las referencias de los colores, pero es que no me preocupé demasiado de guardar las etiquetas. ¡No tenía previsto volver a escribir sobre mis labores! Y tras seguir los diagramas, haciendo repeticiones hasta que consideré que era lo bastante grande, quedó esto:


La pega es que tengo que esperar a que los perros no estén en casa para poder bloquear, así que transcurrió un largo mes hasta que pude ponerme a ello:


Cuando al fin se secó y pude quitarle los alfileres, quedó así:


¡La putada es que la destinataria dice que no le gusta el color crema! No obstante, creo que no me costará mucho encontrar quien lo adopte, el diseño me parece muy original y muy bonito. Además, tiene suficientes vueltas distintas para resultar muy entretenido de tejer. ¡Todo son ventajas!