28 ene 2021

El dragón que me devoró la vida

Me encantan los dragones desde siempre, desde que veía Dragones y mazmorras con su aterrador Tiamat. Debo ser de las pocas que no se iniciaron en la fantasía épica con el Smaug de Tolkien, sino que un tío mío me regaló el primer tomo de EL reino de los dragones de Richard A. Knaak y pasé por toda la Dragonlance, los dragones del pantano de Mundodisco y un largo camino hasta Juego de Tronos. Jugué al rol sólo por la ambientación. Francamente, me gustan más los grandes lagartos de la ficción europea que las estilizadas serpientes chinas, así que cuando vi la imagen que ilustra el Dante's dragon del diseñador David Q Orth supe que tenía que tejerlo.

Ni siquiera sabía que existiera el "interdimensional filet crochet", así que cuando compré el patrón dispuesta a tejer, no tenía la menor idea de cómo interpretar lo que estaba viendo. Una búsqueda en Google me llevó al grupo de Facebook del diseñador (que tiene algunos cuadrados gratis para hacer una manta con esta técnica) y allí encontré un video que explica paso a paso cómo interpretar el patrón desde el principio. El video está en inglés y lo vi con los subtítulos en ese mismo idioma (no tiene habilitados más que los generados automáticamente), pero no debe ser difícil asociar cada número y cada letra a cada punto que realiza la tejedora (que es la madre del diseñador). Sabiendo ya cómo leer lo que tenía delante, allá que me lancé.

En cuanto a elección de los colores, tuve muy claro desde el principio que tenían que ser el rojo del fuego y el amarillo del oro. No se me ocurría nada más adecuado para lo que representa un dragón, así que rebusqué un poco en mi alijo, saqué madejas de los números 53 y 65 de Caricia Classic y el ganchillo de 5,5 y me puse manos a la obra. No tardé mucho en darme cuenta de que iba a tener que comprar más madejas, porque esta manta requiere un montón de metros: diez madejas de cada color, aunque haya sobrado algo de las dos últimas.

Una vez que se le coge el tranquillo a la técnica es muy fácil. No es más que una secuencia de punto alto y cadeneta, salvo que los puntos de un color atraviesan la red del otro para formar el dibujo y por tanto la aguja se introduce desde delante o desde atrás. Hay dos capas de tejido. El único pero es que hay que estar muy pendiente del patrón, porque el que un punto vaya hacia delante o hacia atrás es lo que determina el diseño. De hecho, cuando iba justo por la mitad estaba tan feliz con mi dragón que hice una foto par presumir en las redes y fue cuando pude mirarlo con esa perspectiva que detecté un error en la fila 92. Casi me echo a llorar: ¡tardaba más de media hora con cada vuelta y hacía unas seis diarias, rehacer aquello era tirar a la basura muchos días de trabajo! A ver si veis el fallo tan claramente como lo veo yo.

Como ya he dicho, el avance diario era poco y tuve que deshacer la mitad de lo que llevaba hecho (un cuarto del total de vueltas), así que me ha llevado dos meses y medio terminarla. He aquí mi dragón:
Las medidas son 1,75 de largo por 1,45 de ancho, demasiado pequeña para la cama de matrimonio, así que tengo que decirdir si ponerle un borde (algo muy sencillo, quizá de punto musgo) o dejarla tal y como está. Después de tanto tiempo liada con un proyecto que requería tanta atención y avanzaba con tanta lentitud, necesito dejarla apartada un tiempo antes de añadirle algo más... Tanto si la dejo así a modo de cubrecama y adorno sin más como si decido aumentarla de tamaño, pienso que es una imagen maravillosa. Ya tengo mirado otro patrón con unos lobos de este mismo diseñador, ¡tal vez soy un poco masoca!