27 may 2020

¿Cuánto vale mi tercer Leto Shawl?

Si alguien me ha estado leyendo durante el estado de alarma, sabrá que ha sido la excusa perfecta para encerrarme en casa a gastar toda la lana que tenía almacenada, aunque para eso necesitaría unos cuantos años, en realidad. Cierto es que tengo una sobrina muy pequeñita y por tanto los amigurumi no se van a quedar huérfanos, que mi propia madre me pidió un par de chales para sí y para regalar, que yo misma he de hacer algún regalo y quisiera quedarme alguno que me haya gustado especialmente, ¡pero aún así no hay cuello para tanto chal! Mi pareja, que tiene alma de chamarilero, me sugirió que los vendiese y así podría invertir el dinero obtenido en más lana, así que él mismo se puso a buscar por Wallapop y Vinted para mirar precios. El resultado fue un poquito desalentador.

El precio medio en las dos plataformas consultadas era de unos treinta euros por chal. Por curiosidad, miré en Etsy, donde los precios se ajustaban bastante más a la idea que yo tenía, pero cuando empecé a mirar las tarifas de la web llegué a la conclusión de que el beneficio neto podría ser el mismo que obtuviera en Wallapop. No soy una tejedora especialmente rápida, así que un chal tejido con algodón del número 5 y aguja de 4mm, cuyo ancho abarque el espacio entre mis brazos extendidos, bien puede llevarme veinte horas. Si vendiera la prenda por treinta euros, ¿a cuánto me sale la hora de trabajo una vez descontados los materiales? No es un resultado muy alentador.

Dándole vueltas a ese tema encontré este artículo de The Crochet Crowd (en inglés) que versa sobre esta misma cuestión: puedes pretender que te paguen las horas de trabajo pero ¿realmente crees que alguien está dispuesto a hacer ese desembolso? Proponen por tanto que el precio sea un múltiplo de los costes, no sólo de los materiales sino también de todo lo relativo a la presentación, embalaje, los desplazamientos para la compra de todo lo necesario y hasta la oficina de Correos si hay que enviar el producto terminado... Todo. Puede que regales tu trabajo, pero no vas a regalar también el dinero invertido y al pedir un múltiplo de tu desembolso obtienes alguna ganancia. Puesto que soy muy dada a comprar madejas de 1,80 del chino, si multiplico los costes por tres tampoco voy a sacar mucho beneficio.

Todo este rollo para concluir que creo que seguiré regalando todo lo que tejo y no conservo para mí.

El caso es que entre las madejas del alijo tenía tres como ésta de Hilaturas Torrijo:





Miedo me da pensar el tiempo que debían llevar almacenadas en casa, ya que antes veía esta marca en casi todos los chinos que frecuento y ahora se han convertido en una rareza, desplazadas por Caricias, Lanas Urbano y otras netamente chinas (creo) como Hermoso y Miumiu. Sea como sea, sabía que con dos madejas y media y la aguja de 5 mm me saldría un chal Leto bien grande (con la aguja de 4,5 la diferencia de tamaño es abismal, aunque en las fotos que subí no hay manera de ver la escala). Éste fue el resultado:





Como podéis deducir de todo el discurso previo, se lo voy a regalar a una compañera de trabajo que cumple años el mismo día que mi perra (suena muy mal, pero es el motivo de que me acuerde de la fecha). Si queréis uno igual, el patrón podéis encontrarlo, gratuito y con diagramas, aquí o comprarlo aquí.

El monito Mimi

Puesto que durante el confinamiento estuve tejiendo como una loca, así que tuve que zambullirme entre las lanas amontonadas y fui encontrando trabajos que había dejado a medias. Tan a medias, que si miráis mi cuenta de Instagram, encontraréis una foto de este mono de abril de 2019. ¡He tardado un año en coserle los ojitos! Aborrezco coser, porque no se me da nada bien y estropeo todo el proyecto en el último paso...

Imagino que en realidad nadie llega a este blog por el interés que puedan generar mis desvaríos, así que vamos a lo interesante: el patrón del mono Mimi es gratuito, podéis encontrarlo en inglés aquí y esta versión está tejida con Beatriz, de Lanas Urbano y aguja de 3,5 mm.


20 may 2020

Mi versión de la Berry Patch Bunny Girl

Tengo que ponerme a estudiar de nuevo, pero en casa no me concentro, así que quiero aprovechar para ir actualizando el blog hasta que las salas de estudio abran con normalidad y tenga que volcarme de nuevo en las oposiciones. No tejo tan rápido como para tener un proyecto que compartir cada semana, así que hoy rescato una coneja que tejí ¡en abril de 2019! Como conté en la entrada dedicada al Crescent Motif shawl, tanto mi madre como sus amigas hacen ganchillo (¡y mucho!), pero no se defienden mucho con el inglés: cuando le enseñé el patrón de esta coneja, mi madre me pidió que tejiera una para regalársela a la misma amiga de la entrada ya mencionada.

Más de un año después, sé que usé Beatriz de Lanas Urbano y la aguja de 3,5 mm porque son la lana y la aguja que suelo usar habitualmente, pero la única foto que he encontrado de la coneja, cuyo patrón gratuito podéis encontrar aquí ha sido ésta:



En teoría, el vestido lleva dos volantes, pero me equivoqué e hice el más largo sobre el más corto, de modo que lo tapa y no se percibe. Tampoco estoy muy orgullosa de mi habilidad bordando ojos, se me dan fatal los rasgos de las caras. La foto la hizo mi madre cuando ya tenía la muñeca en su poder, así que las perlas y la flor son añadidos suyos. Como decía, el patrón de la coneja lo tenéis en este enlace, pero hay una versión masculina en este otro.

Por cierto, que el regalo fue un éxito. La señora cuenta que uno de sus nietos no hace más que pedírsela y ella se la niega. Es suya y punto.

13 may 2020

Un par de Leto Shawl (y los que vendrán)

No recuerdo cuándo tejí mi primer Leto Shawl (el patrón puede encontrarse por partes aquí o adquirirse aquí), pero sí recuerdo que usé dos madejas y media de Isabel o Beatriz de Lanas Urbano y la aguja de 5 mm. No he conseguido que la cámara del móvil pille el color exacto y los bordes se quedaron un tanto ondulados, pero es tan enorme que no he podido bloquearlo y lo uso a menudo en el trabajo porque puedo envolverme entera en él.




Puesto que creo que abriga, es lo bastante bonito como para resultar un buen regalo, gasta dos madejas y media (tengo cajas llenas de madejas que necesito quitar de en medio) y durante el confinamiento tenía tiempo y tranquilidad suficientes, durante un fin de semana pillé unas Katia Fama del color 839 que tenía en una caja desde hace años, la aguja de 4,5 mm y salió esto:




Es una pena que no haya conseguido que la cámara del móvil capte bien los colores y que con la luz tampoco se perciba bien el diseño. Cierto es que es más pequeño que el anterior y sí que podría bloquearlo, ya que en esta ocasión también ha quedado el borde ondulado y creo que el punto de araña luciría más si lo estirase bien, ¡pero no tengo ganas! Si la destinataria no se queja (va a ser un regalo de cumpleaños), así se queda. Y creo que aún haré un tercero...

6 may 2020

Chal Meranda

Puesto que he estado muchísimo tiempo sin utilizar este blog y sin actualizar mis proyectos de Ravelry, he tejido bastantes cosas que no he compartido ni por un medio ni por otro. Se ve que tenía en mente publicar algo relativo a este chal en concreto, cuyo patrón podéis descargar aquí, porque me encontrado este post con las fotos subidas y guardadas como borrador ¡desde hace dos años! Puesto que tengo que ponerme las pilas con el estudio de las oposiciones y por tanto no tendré tiempo para tejer ni mucho menos para mantener actividad en el blog, aprovecho para compartir las fotos del chal.




No recordaba haber subido las fotos, pero sí recuerdo que éste fue mi primer proyecto con "popcorn stitch" (sería "punto palomita" si se traduce literalmente, pero estoy tan habituada ya a los patrones en inglés que si alguna vez supe cómo se llama en castellano, lo he olvidado) y no me gustó nada cómo quedaba. Se hacen cinco puntos altos (o double crochet, o varetas, como queráis llamarlos) en un solo punto; se saca la aguja del último punto tejido; se introduce la aguja por el primero de los cincos puntos y se engancha la hebra que se había soltado previamente para cerrar el punto. No soy muy buena para este tipo de descripciones, pero en Youtube hay tutoriales para todos los gustos y siempre es mejor ver estas cosas que leerlas. Este punto tiene dos pegas para mi gusto. La primera es que sacar la aguja me corta completamente el ritmo, me parece una interrupción que me ralentiza (es una percepción subjetiva, ya lo dije). La segunda es que las partes superiores de los puntos intermedios se me quedan hacia fuera y los tres popcorn stitches que había que hacer juntos me parecían tres campanitas que sobresalían del tejido. No tengo nada en contra de la textura, pero quizá esto fuera demasiada textura para mi gusto, mucho volumen... Así que cuando una amiga me dijo que a ella le gustaba, se lo regalé, aunque no descarto tejerme uno y cambiar los popcorn stitch por un cluster (tejer los cinco puntos y cerrarlos juntos), que es una opción que sí te ofrece el propio patrón.

Como generalmente uso algodón del número 5 comprado en el chino y aguja de 4mm, imagino que estos fueron los materiales utilizados, aunque precisar el número y la marca por si alguien quiere usar exactamente esos colores va a ser un poco más complicado.